La Mosca y la Abeja

En nuestro jardín cotidiano, a menudo encontramos ejemplos sencillos pero poderosos de las diferencias entre el esfuerzo y la ociosidad. La fábula de "La Mosca y la Abeja" nos enseña una valiosa lección sobre cómo nuestras acciones y dedicación pueden influir en nuestra vida y en la de los demás. Descubre a través de esta breve historia cómo la perseverancia y el trabajo duro de una abeja son recompensados, mientras que la vida despreocupada de una mosca lleva al desdén. Acompáñanos en esta reflexión sobre la importancia del propósito y la contribución en nuestra comunidad.

La Mosca y la Abeja

La Mosca y la Abeja

Había una vez una mosca y una abeja que vivían en el mismo jardín. La mosca siempre se posaba en la basura y en lugares sucios, mientras que la abeja volaba de flor en flor, recolectando néctar.

Un día, la mosca le dijo a la abeja: — ¿Por qué siempre estás tan ocupada? Deberías relajarte y disfrutar de la vida, como yo.

La abeja respondió: — Yo disfruto de la vida a mi manera. Trabajo para hacer miel, que es útil y deliciosa. Mientras tú vuelas sin propósito, yo contribuyo al bienestar de mi colmena.

La mosca se rió y se fue volando, pero pronto se dio cuenta de que nadie la apreciaba ni le daba las gracias. La abeja, en cambio, regresó a su colmena y fue recibida con alegría por sus compañeras.

Moraleja

El trabajo y el esfuerzo tienen su recompensa, mientras que la ociosidad solo lleva al desprecio.

 

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