Una Margarita Blanca: Un Cuento Ilustrado Disponible en PDF
En Mis Cuentitos, nos encanta compartir historias llenas de ternura y enseñanza. Hoy te presentamos "Una Margarita Blanca", un hermoso cuento ilustrado que nos habla sobre la paciencia y el valor de abrirnos a nuevas experiencias.
Sobre el cuento
"Una Margarita Blanca" nos cuenta la historia de una pequeña flor que, desde su refugio bajo la tierra, escucha la llamada de la lluvia y el sol. Al principio, tiene miedo de salir, pero con el tiempo, descubre que el mundo exterior es hermoso y lleno de vida. A través de un relato sencillo y repetitivo, ideal para los más pequeños, este cuento transmite un mensaje de crecimiento y confianza.
Una Margarita Blanca
Era una margarita blanca que dormía en su cuevecita bajo la tierra.
su cuevecita era un lugar oscuro, calentito y tranquilo.
Un día, escuchó unos golpecitos en la puerta.
—Tras, tras, tras.
—¿Quién llama? —preguntó la margarita.
—Es la lluvia —respondió una voz suave.
—¿Y qué quiere la lluvia?
—Entrar en casa.
—¡No se pasa! ¡No se pasa!
—dijo la margarita con miedo al frío.
Pasaron muchos días y volvieron a llamar.
—Tras, tras, tras.
—¿Quién llama?
—Es la lluvia.
—¿Qué quiere la lluvia?
—Entrar en casa.
—¡No se pasa! ¡No se pasa!
-repitió la margarita y se acurrucó aún más.
Después de un tiempo, llamaron a la ventana.
—Chus, chus, chus.
—¿Quién llama?
—Es el sol.
—¿Qué quiere el sol?
—Entrar en casa.
—¡Aún no se pasa! ¡Aún no se pasa!
—dijo la margarita, pues todavía era invierno.
Los días pasaron y el sol volvió a llamar.
—Chus, chus, chus.
—¿Quién llama?
—Es el sol.
—¿Qué quiere el sol?
—Entrar en casa.
—¡Aún no se pasa! ¡Aún no se pasa!
—repitió la margarita y siguió durmiendo.
Al llegar la primavera, la margarita escuchó un sonido diferente.
—Tras, tras, tras.
—Chus, chus, chus.
—¿Quién llama?
—El sol y la lluvia, la lluvia y el sol.
—¿Y qué quieren?
—Venimos los dos, que nos manda Dios.
La margarita dudó un momento y luego abrió una rendijita.
La lluvia la tomó por una mano y el sol por la otra. Tiraron suavemente de ella.
—¡Margarita, Margarita, asoma tu cabecita! —cantaban juntos.
La margarita se encontró en un hermoso jardín, lleno de luz, cantos de pájaros y risas de niños.
Entonces, abrió sus pétalos blancos y, con su moñito dorado, fue muy feliz.
Fin.
Cuento ilustrado y en PDF
Las ilustraciones de este cuento capturan la dulzura y la magia del relato, acompañando cada escena con imágenes llenas de color y calidez. Puedes disfrutar de "Una Margarita Blanca" en su versión ilustrada y en formato PDF para leerlo cuando quieras.
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